Los oscuros negocios de Miguel Blesa:



Blesa coincidió con Aznar al opositar al cuerpo de inspectores financieros y tributarios del Estado, alcanzando en 1978 el mismo destino, La Rioja. En Logroño intensificaron su amistad y convivieron en el mismo inmueble durante varios meses

Coleccionista de grandes vinos y obras de arte, nunca ha descuidado sus aficiones como la caza o el golf. A su vez siempre le ha gustado que sus mujeres más próximas se dedicaran al mundo de la moda, ya que a él le gusta mucho presumir.
 Como dicen sus allegados, “Miguel es un cajero, todo menos automático”
El despacho tributario de Blesa en la capital de España, en la calle Velázquez de Madrid, trabajó intensamente durante la segunda mitad de los años ochenta y principios de los noventa para los intereses de la familia Franco Martínez Bordiu. Otra de las sociedades ligadas a éstos en la queBlesa figuró fue Urme SA, dedicada al transporte terrestre, y en Estacionamientos Urme Sl., dedicada a la explotación de parkings y domiciliada en la calle de Ríos Rosas. Los Franco comenzaron su singladura en el negocio inmobiliario en 1994 asociándose por entonces a un empresario con fuerza dentro del sector, Antonio Cadierno Plaza, para el que también trabajó Blesa. 

Pero el intenso trabajo de asesor tributario de Blesa con sus clientes “vips” no privo al que luego fuera presidente de Caja Madrid durante más de una década, de descuidar su hobbies como la caza o el golf. Blesa fue consejero del Golf de La Moraleja SA o a través de Caja Madrid del Club de Golf Los Retamares. 
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