Discrepancias en el club GLM


Varios consejeros y el secretario del elitista centro deportivo han dimitido fruto de las diferencias con la gestión

No es oro todo lo que reluce en el club de golf La Moraleja. El choque entre miembros de la alta esfera de esta elitista y selecta sociedad privada ha salido a la luz con la dimisión de varios consejeros así como del secretario. 

Estas salidas se han producido, en alguno de los casos, por motivos personales y profesionales, pero también por “discrepancias en el modelo de gestión”, según han detallado fuentes del club que se encuentra en una de las zonas de alto standing a las afueras de Madrid. 

Resulta cuanto menos escandaloso que no son una, ni dos, sino seis las personas que han abandonado en bloque este centro de lujo. Se trata, entre otros, de uno de los consejeros de Sacyr, Juan María Aguirre Gonzalo o la socia del bufete Cuatrecasas, Pilar Cavero. 

Nuevos nombramientos para cubrir los huecos

Pero, ¿qué ha ocurrido en La Moraleja? ¿qué no ha gustado de la gestión? ¿Se trata de las cuentas? Sea como fuere, la realidad es que se han tenido que incorporar otros nuevos consejeros in extremis para cubrir las vacantes. Entre las nuevas incorporaciones, la mayoría son nombres poco conocidos. Los nuevos consejeros son Luis Baón, Carlos Rives, Javier Villanueva Arbilla y Javier Sanz-Bustillo, éste último director de franquicias Cortefiel. 

Escrito a los 6.000 socios 

El abandono en masa de gran parte del consejo de administración anterior ha suscitado muchos rumores y críticas que han obligado a los dirigentes del club de golf La Moraleja a dar algunas explicaciones a los socios por escrito, aunque bastante vagas.

“Todos los consejeros dimisionarios alegan motivaciones personales y profesionales, salvo en dos casos, que a las anteriores unen discrepancias en el modelo de gestión. Todos ellos han tenido en común mostrar el máximo respeto a la labor realizada con el consejo de administración sin mencionar, como ahora sí parecen difundir, cuestiones de fondo de otra naturaleza”, reza la nota enviada a los 6.000 miembros con los que ahora cuenta este círculo privado. 

Una facturación superior a los 11 millones de euros


Los que gestionan el club de golf La Moraleja, con Ricardo Pradas a la cabeza y Juan Rizo, en la vicepresidencia, insisten en que no admitirán descalificaciones sobre los principios y normas del gobierno corporativa practicas “ni tampoco incumplimiento de las normas”. 

Para poder ser socio de este club hay que llegar a un acuerdo de compra con otro que quiera vender su acción porque, según confiesa la compañía, el cupo está cubierto desde hace años. Así, las tarifas para formar parte de este centro oscilan entre los 1.815 euros de canon para el cambio de usuario en el caso de que el titular de la acción sea una persona jurídica y los 363 euros, si es una persona física. Con todo, el club de golf La Moraleja factura más de 11,4 millones de euros.

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