Era un gran golpe, pero tuvo toda la mala suerte del mundo

No se supone que el resultado en el deporte sea siempre justo. Que lo cuente si no Dustin Johnson, quien recibió un castigo absolutamente inesperado para su buena puntería, cuando peleaba el título en el World Golf Championship de Shanghai.

Johnson lanzó su tercer tiro en el hoyo 8 del torneo desde el fairway y la pelota tenía una dirección muy precisa hacia la bandera. Tanto que rebotó justo contra ella, con consecuencias lamentables para el ejecutante: la pelota rodó con fuerza por el green, siguió su recorrido y terminó en el agua.

Así, lo que muy probablemente era un birdie para Johnson terminó en un doble bogey. Como el estadounidense terminó el torneo quinto con 17 golpes bajo el par, a sólo tres del campeón, el escocés Russell Knox, las cuentas arrojan que una historia diferente en el fatídico hoyo 8 podría hasta haber terminado con su consagración. Aunque la lógica -y esto lo sabe Johnson, no siempre pueda aplicarse.



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